En todas las empresas es necesario, en mayor o en menor medida, hacer frente a inversiones sobre las que se vaya a basar la operativa del negocio. Por analizar la viabilidad de una inversión puede entenderse el hecho de plantearnos si los ingresos derivados de nuestro proyecto de negocio van a ser suficientes para hacer frente a los compromisos adquiridos con los agentes que ponen dinero para financiarlo (accionistas y terceros suministradores de financiación), y en qué medida ese proyecto va a ser rentable. Todos los empresarios y, en general, todos los que intervienen en la gestión de los negocios están normalmente inmersos en cifras de ventas, costes, beneficios, cuota de mercado, etc. Pero para dar un sentido auténtico a todas estas variables, debemos pararnos a pensar cuánto vale todo el negocio que estamos construyendo alrededor de esas cifras. Hallar un "valor" para nuestro negocio nos ayudará a cuantificar de alguna manera en que se materializa la conjunción de todos esos parámetros de gestión en torno a los cuáles se mueven los empresarios o gestores de negocios. Desarrollando una herramienta de evaluación financiera para la interpretación de los datos obtenidos, mediante el análisis financiero, permite a la gerencia medir el progreso comparando los resultados alcanzados con las operaciones planeadas y los controles aplicados, además informa sobre la capacidad de endeudamiento, su rentabilidad y su fortaleza o debilidad financiera, esto facilita el análisis de la situación económica de la empresa para la toma de decisiones.