Sin embargo, este problema puede ser resuelto a través del desarrollo de una Interfaz cooperativa para la instrumentación de dichas operaciones activas (donde la institución financiera dispone de recursos o aval a favor de terceros) con el objetivo de coadyuvar en aspectos de eficiencia y eficacia a través de recursos informáticos actualmente disponibles. La puesta en marcha de una interfaz cooperativa de estas características significará un mejor aprovechamiento de los recursos humanos de las instituciones que lo apliquen. Así como, una mejora en la eficiencia evitando etapas cíclicas y errores involuntarios; Finalmente, a largo plazo, la institución que lo implente, logrará la consolidación de su imagen como una institución eficiente en el proceso crediticio, apoyando a su posicionamiento estratégico en el mercado. Este proceso de instrumentación llega a ser un cuello de botella que demora la conclusión del proceso debido a factores tales como: la morosa recolección de información de clientes, excesivo volumen de solicitudes a ser atendidos, falta de información actualizada y deficiente sistematización del proceso. El proceso crediticio desarrollado por las instituciones del Sistema Financiero Nacional tienen, como elemento esencial, la instrumentación de cada una de las operaciones de crédito y de servicios financieros, para cuyo efecto, en la mayor parte de los casos se realiza a través de contratos específicos y nominados (Documentos de obligación entre la institución y sus clientes, normadas por la legislación nacional)